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Adolescentes de 12 a 16 años

La preadolescencia es una etapa de cambios rápidos y cualitativamente significativos respecto a las edades anteriores. Es el momento en que los menores comienzan a probar alternativas de comportamiento diferentes a las que han aprendido en su familia y escuela.

Por esto padres y madres se ven sorprendidos ante los rechazos a seguir sus propuestas y a generar alternativas personales: en la elección de amigos, la forma de hacer tareas o de distribuir su tiempo, incluso las valoraciones que hacen a padres, madres, hermanos y otras personas que hasta ese momento seguían sin crítica alguna.

En esta etapa destacan los cambios físicos, sin embargo, es el momento en que la capacidad cognitiva para generar alternativas, pensar de modo diferente a como le han enseñado, nuevos hábitos de relación social, el uso de las redes sociales en todas sus formas o el interés por las actividades propias de los adultos constituyen las claves de las nuevas habilidades que necesitan.

Los profesionales del Grupo ALBOR-COHS: especialistas en psicología educativa, psicología de la salud, psicopedagogía, educación,…, disponen de una amplia experiencia. A diferencia del modo tradicional de actuar, se analiza la situación de cada menor basándonos en el “Modelo de Desarrollo Secuencial Integrado”; no solo estableciendo sus necesidades en base a diferencias o dificultades tales como dislexia, déficit de atención, agresividad, retraimiento, sobredotación, adicciones, etc., sino considerando todos los factores protectores, tanto personales como del contexto familiar.

Los profesionales del GAC inician su intervención con menores, con una valoración más o menos exhaustiva, dependiendo de la complejidad de su situación, de las características personales de cada menor, y sus circunstancias familiares, escolares y sociales. La finalidad de esta valoración es diseñar y llevar a cabo un “Plan Individualizado de Ayuda al Desarrollo”, con objetivos operativos y valoración sistemática de progresos.

Mejoramos la adaptación escolar y social

Objetivos

La atención al desarrollo de los menores preadolescentes requiere de un conjunto de intervenciones individualizadas, dependiendo de las características de cada menor y del contexto en el que va creciendo como persona, hacia la autonomía y la independencia propias de la adultez.

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Evitar o reducir la aparición de problemas que tengan su origen en retrasos en la adquisición de habilidades emocionales, sociales y/o académicas.
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Resolver situaciones de alteración emocional que, bien por circunstancias del menor o del contexto dificulten el desarrollo de su potencial de aprendizaje.
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Optimizar la adquisición de actitudes, hábitos y valores adaptativos, congruentes con las características de cada menor.
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Desarrollar un autoconcepto ajustado y una autoestima elevada e independiente.

El protocolo que se emplea en cada caso sigue unas fases consecutivas que favorecen el logro de los resultados deseados. Las necesidades planteadas por cada familia se pueden clasificar en:

  • Asesoramiento educativo a la familia para el manejo de situaciones cotidianas difíciles
  • Conocer la explicación a la falta de progresos del menor.
  • Mejorar: el estado emocional del menor y/o de la familia,
  • la adaptación escolar (bajo rendimiento),
  • Mejorar la adaptación social  (habilidad social)
  • Resolver y afrontar situaciones de bullying

Los objetivos que se establecen se consensuan con la familia, así como el procedimiento concreto para el logro de los mismos.

Atención a la familia

La frecuencia de las sesiones se ajusta a la disponibilidad y preferencias de cada progenitor, con una valoración periódica del grado de satisfacción por parte del padre y la madre y de progresos en el menor. Las sesiones pueden ser presenciales, a distancia o mixtas.

Un aspecto que diferencia la atención que se proporciona a menores de 12 a 16 años en el GAC es el método que seguimos en todos y cada uno de nuestros Centros.

Cuando una familia deposita su confianza en nosotros, iniciamos un proceso de Valoración Individual y Contextual. Esta valoración implica una evaluación de todos los factores implicados en el desarrollo del menor, tanto en el ámbito escolar, como en el familiar y social en general.

La intervención individualizada con cada menor implica mantener una coordinación con la familia, los docentes u otros profesionales, la cual se lleva a cabo periódicamente a lo largo del tiempo que sea necesario.

Protocolo de atención de menores

  • Selección de técnicas de eficacia comprobada

  • Profesionales altamente cualificados

  • Equipo interdisciplinar

  • Actualización permanente.

  • Evaluación de resultados.

  • Cooperación con profesionales externos

  • Metodología ajustada a las situaciones de cada familia

  • Servicios integrados: Psicología educativa, clínica, forense y mediación.

  • Sistema de gestión de calidad y mejora continua.


Coordinación con los Centros Educativos y los Servicios de Salud

El contexto escolar es en el que todos los menores tienen una buena parte de sus experiencias vitales, con iguales de una manera natural y con adultos de modo intencionado. Por ello, toda evaluación e intervención especializada, para detectar o superar problemas o situaciones difíciles durante su desarrollo, requiere de la coordinación con los profesionales del centro escolar.

Los servicios de atención primaria, constituyen una fuente de información para conocer características evolutivas que pueden afectar a su aprendizaje. En el caso de atención especializada de salud la coordinación con neurólogos, psiquiatras u otros especialistas permite mantener la congruencia entre todas las intervenciones, y realizar un seguimiento para evitar que se hagan crónicas situaciones de inadaptación que son superables.

Dificultades en el desarrollo de 12 a 15 años

El contexto escolar es en el que todos los menores tienen una buen parte de sus experiencias vitales, con iguales de una manera natural y con adultos de modo intencionado. Por ello, toda evaluación e intervención especializada, para detectar o superar problemas o situaciones difíciles durante su desarrollo, requiere de la coordinación con los profesionales del Centro Escolar.

  • Rendimiento Académico
  • Lectura
  • Razonamiento
  • Atención
  • Retraimiento social
  • Agresividad, Violencia Familiar
  • Acoso
  • Abuso/Riesgos en Redes Sociales
  • Ansiedad / Fobias
  • Autoestima
  • Inseguridad Personal
  • Perfeccionismo
  • Problemas con la alimentación
  • Negativismo – Desobediencia
  • Impulsividad
  • Consumo de sustancias